Hoy les contaré acerca de mi fascinante viaje a esta ciudad del norte de España. Desde el momento en que llegué, quedé impresionado por la belleza y la diversidad que ofrece Bilbao.
Mi aventura comenzó al llegar al aeropuerto de Bilbao, un lugar moderno y eficiente que me dio la bienvenida a esta emocionante ciudad. Desde allí, me dirigí al centro de la ciudad y me encontré con el imponente Museo Guggenheim, una obra maestra arquitectónica diseñada por Frank Gehry. La fachada del museo, cubierta de paneles de titanio que parecen fluir como si fueran agua, me dejó sin aliento. Fue un comienzo impactante para mi viaje.
Caminando por las calles de Bilbao, me di cuenta de su mezcla única de tradición y modernidad. Los edificios históricos se entrelazan con las estructuras contemporáneas en perfecta armonía. La Catedral de Santiago, con su arquitectura gótica, y el Mercado de la Ribera, un bullicioso mercado con productos frescos locales, son ejemplos perfectos de esta fusión de estilos.
No puedes visitar Bilbao sin probar su deliciosa gastronomía. En un pintoresco restaurante local, probé el famoso plato vasco, el „pulpo a la gallega„, pulpo a la parrilla con paprika y aceite de oliva. También disfruté de pintxos, pequeñas tapas que se sirven en los bares de la ciudad. Me encantó la variedad de sabores y la hospitalidad de los bilbaínos.
Una de las experiencias más memorables de mi viaje fue un paseo en el funicular de Artxanda, que me llevó a las colinas que rodean la ciudad. Desde allí, pude disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes de Bilbao y su río Nervión. La ciudad se extiende a lo largo de las orillas del río, y sus luces brillaban de manera espectacular al caer la noche.
Otro lugar que no puedes perderte es el Casco Viejo, el corazón histórico de Bilbao. Sus estrechas calles adoquinadas están llenas de vida, con tiendas encantadoras, bares animados y una energía contagiosa. Aquí, me sumergí en la cultura local y probé más pintxos acompañados de un buen vino tinto.
Bilbao también es famosa por su ambiente artístico y cultural. Además del Museo Guggenheim, visité el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que alberga una impresionante colección de obras maestras de artistas españoles como Goya y El Greco. También tuve la oportunidad de presenciar una actuación de flamenco en un teatro local, una experiencia emocionante que me conectó con la pasión y la emoción de la cultura española.
Mi viaje a Bilbao fue una experiencia inolvidable llena de descubrimientos, sabores y sensaciones. La ciudad es un tesoro que combina la tradición con la modernidad de una manera única. La amabilidad de su gente, la rica gastronomía y la impresionante arquitectura hacen de Bilbao un destino que no puedes dejar de visitar. Sin duda, esta ciudad ha dejado una huella imborrable en mi corazón, y espero volver pronto para seguir explorando sus maravillas. Hasta la próxima, Bilbao!